El hombre, siguiendo los comentarios de Alfonso De Waehlens sobre Heidegger en 1955, pese a ignorar los avatares, la serie de causalidades infinitas que determinaron su nacimiento, conserva alguna experiencia, “una cierta adquisición, un cierto pasado” –esto sin duda nos lleva a Platón–, siendo que nuestro nacimiento, en lugar de convertirse en “un hecho inmutable; por el contrario, es un hecho siempre presente y que siempre es necesario recrear”.
En cuanto al tema del “sentimiento”, con el ejemplo de la espera De Waehlens señala que “En todo sentimiento existe en primer término una manera de situarse en la realidad total: esperar entraña esperar por todos y por todo, y no sólo por la que amo”, es decir, que una primera esperanza es la que padecen todos los hombres. Supongo que seguirá nuestra espera personal, la mía, que soy todos los hombres; esperanza por la llegada de ella, la única, que es todas las mujeres.
domingo, 27 de junio de 2010
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