domingo, 19 de septiembre de 2010

reuniendo poetas (algún día o noche aumentar la biblioteca de babel)

sólo en mi modesta biblioteca he logrado reunir, con sus poesías completas, a borges, girondo, sabines, dalton, pessoa, bonifaz nuño y benedetti; los dejo juntos, pegaditos uno al otro, como si pudieran platicar entre ellos y, sin duda, discutir alrededor del fuego de la poesía. ¿qué se contarán además de laberintos y lógicas terribles y fantásticas, mujeres que vuelan y masmédulas y personalidades desbordadas, muchachas que son fortuna, amorosos y lunas para llevar en el bolsillo, revoluciones nunca derrotadas, puertos y puertas y una lucidez como ventana al suicidio y heterónominos, biendecires de maldecires y exilio y memoria? tanto y tantos faltan por unirse. uno los mira y quedan pocas ganas de escribir, pareciendo mejor dedicarse a ser lector; sin embargo, yo también quiero participar, aunque sea desde un rincón, en la parte más alejada de cada uno de ellos, con un libro propio y, desde ahí, escucharlos y esperar y llenarme de asombro hasta que sea mi turno de hablar. mientras tanto, reúno mis piezas, sueltas o acomodadas, y salgo

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