viernes, 16 de julio de 2010
La seriedad de la obra (texto suprimido...)
Si bien estoy de acuerdo con no tomar en serio al hombre, ese ser que, cuando no está navegando hacia Narragonia –donde, nos dice Pío Baroja, encontraremos los locos un país esperándonos– se encuentra empantanado en una cotidianidad atroz; no obstante, digo, sí creo que se deba tomar en serio su obra, la cual le sobrevivirá impunemente: la obra de ese hombre reunirá, intencionalmente o no, sus obsesiones, demonios, sueños, esperanzas, desesperanzas e, incluso, su cotidianidad tomada del cuello. Así, quienes descubramos su obra, podremos no sólo acercarnos a él, sino también al medio en que vivió y cómo lo padeció.
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