viernes, 26 de marzo de 2010

¿Cuál sería el resultado de quedarme en esta fila interminable, donde siempre parece que estoy en medio y, además, hemos olvidado para qué nos formamos? ¿Cómo estar seguro de que esta fila en la que estoy formado tuvo alguna vez un comienzo, si recuerdo haber estado siempre en medio, a punto de llegar sin poder hacerlo?

Si pregunto al que viene atrás, no sabe, dice haber estado siempre a mitad de camino, aunque no está seguro; el de adelante tiene la misma respuesta, como si fuera el de atrás o yo mismo. Los tres tenemos la certeza de que, siendo lógicos, tuvo que haber un principio y, habiéndolo, entonces tiene que haber un final: es necesario que lo haya. ¿Avanzamos, retrocedemos, nos movemos acaso?

No me atrevo a preguntar si saben por qué están formados.

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